La agricultura
ecológica, se puede definir de manera sencilla como un compendio de técnicas
agrarias que excluye normalmente el uso, en la agricultura y ganadería, de
productos químicos de síntesis como fertilizantes, plaguicidas, antibióticos,
etc., con el objetivo de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la
fertilidad del suelo y proporcionar alimentos con todas sus propiedades
naturales.
La agricultura
ecológica se encuentra regulada legalmente en España desde 1989, en que se
aprobó el Reglamento de la Denominación Genérica "Agricultura
Ecológica", que fue de aplicación hasta la entrada en vigor del Reglamento
(CEE) 2092/91 sobre la producción agrícola ecológica y su indicación en los
productos agrarios y alimenticios.
Nuestro país reúne
condiciones para el desarrollo de este tipo de agricultura por su favorable
climatología y los sistemas extensivos de producción que se aplican en un gran
número de cultivos. En lo que respecta a la producción animal, la conservación
de un patrimonio genético importante de razas autóctonas, de gran rusticidad en
su mayoría y adaptadas al medio, favorece su cría y explotación en régimen
extensivo. Todo ello, sin olvidar la tradición y el desarrollo alcanzado por la
apicultura, cuyo manejo cuidadoso ha dado lugar a la obtención de productos de
gran calidad.